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TOP 10 DE LOS LUGARES DE VISITAR EN ESPAÑA EN OTOÑO SEGÚN TURESPAÑA

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EL HAYEDO DE LA TEJERA NEGRA se encuentra ubicado en el termino de Cantalojas, en el rincón noroccidental de la Provincia de Guadalajara, formando parte del Macizo de Ayllón, en el extremo oriental del Sistema Central. Un excepcional microclima conserva el último hayedo del sur de Europa. declarado Sitio Natural de Interés Nacional en 1974 y Parque Natural en 1978. El bosque de hayas, su mayor atractivo, tiene un ambiente de cuento por sus colores, el musgo de sus suelos y sus silencios. El otoño pinta el hayedo de cientos de tonalidades de ocre y rojo, además de llenar sus suelos de setas. Es desaconsejable en invierno, durísimo, con nieve casi permanente durante dos o tres meses. Merece presenciar el espectáculo cromático que cada Otoño produce su singular y grandiosa riqueza forestal, con una extraordinaria y sorprendente explosión de colores cuya simple observación constituye una experiencia inolvidable. Siendo posible contemplar corzos, zorros, gatos monteses, garduñas, tejones, comadrejas, jabalíes etc…, y sus cielos son habitualmente surcados por el elegante y vistoso vuelo de diversas aves rapaces como el águila real, el milano real o el azor. Como curiosidad este hayedo fue talado a mata rasa al menos en dos ocasiones (1860 y 1960). Por ello, los ejemplares de haya que encontramos son relativamente jóvenes, procedentes del rebrote de los tocones de árboles cortados, aunque en algunas zonas existen ejemplares de más de 300 años.

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Con el otoño en todo su apogeo, los bosques españoles tienen un aspecto espléndido. La mejor época para visitarlos es a finales de octubre e inicios de noviembre cuando los hayedos, castañares, robledales y bosques de ribera muestran sus más ricos matices que sólo se pueden disfrutar en un sosegado viaje en bicicleta, respirando su intenso aroma y dejándose llevar por el placer de perderse en la naturaleza. Por ello la revista NATIONAL GEOGRAPHIC señalaba el HAYEDO DE TEJERA NEGRA como uno entre los DIEZ BOSQUES QUE NO TE PUEDES PERDER DE ESPAÑA.

El anonimato en el que felizmente vegeta el hayedo de Tejera Negra obedece a una razón nada misteriosa: y es que para acceder a él desde Madrid se impone dar un rodeo de bemoles por Somosierra, Riaza, para luego seguir por carreterillas de tercer orden hasta Cantalojas. Un viaje de dos 2 horas, 20 minutos desde la zona SurOeste de Madrid que merecen la pena. Desde Serranillos del Valle iniciamos nuestro viaje a las 05:00 h. en una mañana fría de principios de noviembre, después de un día anterior donde llovió a mares y que el pronóstico del tiempo daba saleado para ese domingo por tierras de Cantalojas.

ÍNDICE DE DIFICULTA IBP = 48
Distancia total: 28.914 Km

Desn. de subida acumulado: 690.4 m
Desn. de bajada acumulado: 688.67 m
Altura máxima: 1637.06 m
Altura mínima: 1341 m
Ratio de subida: 5.58 %
Ratio de bajada: 5.34 %
Desnivel positivo por Km: 23.88 m
Desnivel negativo por Km: 23.82 m

Tiempo total: 3:31:28 h
Tiempo en movimiento: 2:56:52 h
Tiempo parado: 0:34:36 h

Cambios dirección por Km: 11
Cambios dirección > 5º por Km: 6.67
Tramos rectos acumulados: 6.058 Km
Tramos rectos por Km: 209.52 m

Velocidad media total: 8.2 Km/h
Velocidad media en movimiento: 9.81 Km/h
Velocidad máxima sostenida: 36.87 Km/h

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0,000 – Cero grados en el indicador del coche, son las 07:30 h. de una mañana otoñal de primeros de noviembre, los primeros rayos de sol alumbran la entrada al Parque, donde se encuentra la caseta del Centro de Interpretación y guardas que controlan el acceso de vehículos a motor al lugar. No hay nadie todavía somos los primeros en introducirnos en este rincón de la sierra de ayllón. Los primeros 2 Km. son una pista forestal que nos llevará hasta el fondo del valle del río Lillas

1,689 – PUENTE SOBRE EL RÍO LILLAS que tras cruzarlo giramos a la derecha para comenzar la ascensión que nos llevara de la cota 1343 m. a la 1636 m.. En este primer tramo encontraremos repechos entre el 5% y el 7%.

4,390 – BARRERA en el camino de la izquierda que sorteamos en un continuo ascenso que no se hace pesado con repechos entre el 6% y 8%, entre zonas de roble melojo, matorrales de jara estepa y pastizales de alta montaña de la vertiente norte de la LOMA DE LA TORRECILLA que separa las cuencas fluviales de los ríos Lillas y Sorbe o de La Hoz.

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7,052 – MIRADOR desde donde se puede contemplar en su gran inmensidad el VALLE DEL RÍO LILLAS y la PRADERA DE MATARREDONDA, habiendo entrado desde hace unos kilómetros en la cota 1500 m. que se entiende como Alta Montaña, encontrándonos los primeros neveros de esta loma, y la jara cubierta de un manto blanco de unas primeras nevedas de la temporada. Las vistas son espectaculares y a pocos kilómetros de coronar, merece la pena hacer una parada y disfrutar de las vista.

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7,635 – JUNTA DE LOS CERROS es la cota más alta de este primer puerto, a 1636 m. , comenzado una pequeña bajada.

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8,383 – COLLADO DEL HORNILLO la entrada a un bosque de pino silvestre que conduce para el caminante a una selva de hayas, por un camino conocido como Senda de Carretas de uso exclusivo para senderistas que desciende al valle del río Lillas. Nosotros comenzamos un descenso entre un bosque de robles, hayas, tejos y serbales por el barranco del arroyo del hornillo, ya tendremos ocasión de ver buenos ejemplares de hayas en lugares menos turisticos, pudiendo ver a nuestra izquierda una vieja casa de pizarra refugio de los forestales. En estos casi 3 Kilómetros, puede que se crucen en el camino corzos, como nos paso a nosotros, por lo que no bajéis demasiado rápido para evitar accidentes.

Las Hayas prefieren los ambientes clementes y buscan la humedad. En las montañas de la sierra de Ayllón, las hayas encontraron un hábitat ente los ríos Lillas y Sorbe; ahí se confinan y defienden su territorio con vehemencia. El carbonero las llevó al borde de la extinción, pero su extraordinaria capacidad de rebrote les permitió, tallo a tallo, centímetro a centímetro, recuperar en tres décadas parte de su primitiva extensión, conocida actualmente como PARQUE NATURAL DE TEJERA NEGRA. El haya se ubica en el piso supramediterréneo, requeriendo un ombroclima húmedo (1300 – 1700 m.). El haya forma una cubierta densa que impide a la luz solar llegar al suelo, lo que unido a l competencia de su sistema radical imposibilita la instalación de otras especies.

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11,12 – En este punto kilométrico es donde está la bifurcación por donde luego volveremos al parking, pero ahora continuaremos para introducirnos en el Valle de Valdecasilla, una garganta por donde corre el arroyo de la Zarza que posteriormente se llamara De La Hoz, y donde las nubes se agarran de mala manera protegiendo los impresionantes ejemplares de hayas que hay en sus laderas. Comenzamos a subir de nuevo con repechos entre el 7% y 8%, para alcanzar la máxima altura de nuestro recorrido, la cota 1638 m.

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Hace nueve mil años (otros autores dicen que sólo cinco mil, así que ni para ti ni para mí podemos dejarlo en siete mil), las hayas colonizaron nuestra península Ibérica aburridas de ver nevar en sus cuarteles de la Europa central, donde por aquel entonces cundían los glaciares y soplaba un cierzo que afeitaba el cutis. En España también hacía un gris de tres pares, pero menos, de modo que los hayedos pudieron disfrutar durante un par de milenios de unas vacaciones en parajes tan pintorescos como la sierra de Francia o la de Guadarrama. Luego los hielos volvieron a sus polos, las hayas se retiraron al húmedo septentrión y en nuestro cálido Sistema Central sólo quedaron como recuerdo el hayedo de Montejo, el del puerto de la Quesera y el de Tejera Negra, los tres en el macizo de Ayllón. (En 1864, don Casiano del Prado detectó hayas todavía más al sur, en Cercedilla y El Paular, mas el hacha se ocupó rápidamente de poner las cosas en su sitio).

14,71 – Después de 3,5 Km. de ascensión llegamos al punto donde comienza el descenso a lo más profundo del valle

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15,15 – En menos de 400 m. de bajada llegamos a LA FUENTE, y uno de los rincones más bonitos del Parque, donde se pueden contemplar ejemplares de hayas gigantes, escondidas en esta parte del parque no señalizada en su ruta ciclista oficial. Cabeza mojada y pies secos: tal es la prescripción que rige la salud de las hayas. Y precisamente son fuertes pendientes como éstas, expuestas a los vientos húmedos del norte y muy bien drenadas, los únicos enclaves del interior peninsular en que estas reliquias de días más fríos han logrado perdurar, casi cual si los largos inviernos del macizo de Ayllón las conservara como en nevera. En el suelo cubierto de hojas ocres se pueden ver los indicios del hociqueo de los jabalíes buscando raíces.

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A principios del mes de Noviembre la fuente no tiraba agua, es posible que hasta la primavera no esté operativa, tan solo, junto a ella una pequeña cascada de agua. Este es el punto de retorno, deshaciendo nuestras rodadas comenzado con una subidita de 400 m. con porcentajes de pendiente que van entre el 9% al 18%, desde aquí comienza un agradable descenso hasta el cruce que pasamos en el Km. 11,12

19,13 – Descenso pronunciado de 500 m. hasta el mismo cauce del arroyo del Hornillo.

19,64 – Vadeo del ARROYO DEL HORNILLO, en noviembre a penas lleva agua, por lo que es fácil pasarlo. Comienza la subida de este barranco con las pendientes más duras del recorrido, unos 490 m. con repechos que van del 7% al 20%. Pasa tú, que me da la risa y se sube el repecho a estilo empuja bici.

20,13 – Comienza el descenso hasta los prados del valle que forma el río De la Hoz / Sorbe, por la ladera sur de la Loma de la Torrecilla. Un paisaje totalmente distinto al que hemos disfrutado en kilómetros anteriores.

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22,84 – Llegamos hasta el mismo cauce del río para seguir aguas abajo.

24,77 – Ya queda poco para que se una la corriente del río que llevamos con la del río Lillas y se convierta en el SORBE, en el paraje conocido como el PUENTE DEL CEREZO, pero nosotros volvemos a subir por la ladera sur de la Loma de la Torrecilla para conectar con la pista forestal que viene del Centro de Interpretación / Parking.

27,16 – Llegamos de nuevo al PUENTE SOBRE EL RIO LILLAS, después de otro bonito descenso dejando a nuestra derecha los bonitos prados y puentes de pizarra junto al río. Comenzando el ascenso por la pista forestal de los primeros metros del inicio de poco menos de dos kilómetros. Son las 11:30 h. de la mañana y, a cuenta gotas, bajan los coches de los visitantes que tras haber concertado cita previa (gratuitamente), para la época de Otoño, pueden entrar desde el Centro de Interpretación al otro parking cercano a Matarredonda.

28,89 – Llegamos a la caseta, donde habíamos dejado nuestro coche. Una caravana de vehículos esperan a que comprueben que su matrícula tenga autorización. El resto de coches, aparcan aquí arriba y pueden realizar el recorrido a pie. Uno de los visitantes nos dice que valor, con la mañana fría que hace, correr en bicicleta. Son las 11:30, hora de volver a casa, cuya llegada esta prevista a las 14:15.