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A mediados del siglo XIX, cuando los únicos que andaban confiadamente por las soledades del Guadarrama eran tipos con trabuco y barba carcelaria, había un señor con cazamariposas y luengas patillas plateadas llamado Mariano de la Paz Graells, catedrático de Zoología en el Museo de Ciencias Naturales, que invitaba a tomar café en lo más alto de la sierra a sus colegas de la Société Entomologique de France y, entre tacita y tacita, los deslumbraba presentándoles algún inédito bichejo descubierto allí mismo en fecha reciente por él: "Voilà, monsieurs, la bête en question".

Fue durante una de esas finas giras entomológicas, en la primavera de 1849, cuando don Mariano hizo el hallazgo de su vida. El verano anterior había encontrado en los Pinares Llanos de Peguerinos (Ávila) una oruga inclasificable, que lo inquietaba. Ahora era Curicus, su perrito de lanas, el que capturaba aquí de un limpio bocado, para aumento de la ciencia y gloria de su amo, una nueva especie de mariposa de la familia de los satúrnidos, de unos ocho centímetros de longitud, con sus cuatro alas de color pistacho, oceladas, venas alares de grueso trazo castaño y largas colas curvas rematando las traseras. Muy pajarera, como se ve, para ser nocturna.

Siglo y medio más tarde, la Graellsia Isabelae -Graellsia, por su descubridor, e Isabelae, por habérsela dedicado éste a Isabel II- sigue siendo la criatura más bella y esquiva de la sierra. Una Cenicienta que se esfuma tras su amoroso baile nocturnal sin dejar más rastro que alguna ala rota, cuya propietaria resulta tan difícil de encontrar como el mural de bronce que fue instalado hace 30 años en su honor sobre una peña como hay tantas en esta altiplanicie pinariega donde lindan Ávila, Madrid y Segovia, objetivo de la nuestra ruta veraniega. Inaugurado en 1973, el mural de bronce mide unos dos metros de ancho por uno de alto, representa una Graellsia desplegando todos sus encantos -menos el color, claro está- sobre los riscos de la Cueva y, cosa rara, carece de inscripciones lapidarias del tipo "Descubrióse esta placa..." u "¡Oh, tú, Graellsia...!", con lo cual parece mucho más moderno de lo que en realidad es.

Un recorrido que no llega a los 47 Km. de distancia, pudiéndose acortar a 40 Km. según como se este de fuerzas, donde se superará el kilómetro vertical.

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Este último domingo de Agosto del 2017 nos ha regalado un día que prometía lluvias. De hecho, salimos de la zona sur de Madrid lloviendo, pero conforme nos acercamos a la sierra la lluvias cesaron, y no será hasta casi media mañana en el que el agua hiciera presencia en esta latitudes, muy de agradecer en días de verano y toda una experiencia.



0,000 – A las 7:50 h., desde la cabecera del EMBALSE DE LA JAROSA a 1.086 m. de altura, comienza de golpe y porrazo nuestro primer Puerto, entumidos del viaje en coche y sin algún kilómetro de calentamiento para estar listo para acometer este Puerto de 2ª Categoría que nos llevará al COLLADO DE LA CIERVA o DE LA MINA después de 617 m. de Subida Vertical en 8,3 Km. de distancia, a un 7% de pendiente de media, MAX.15%. Tomamos junto al parking el Cº DEL HORCAJO, topónimo que significa el punto donde se unen dos montañas o cerros, una pista forestal semi-asfaltada con rampas de hasta un 13% de MAX., que desde la antigüedad fue un Camino Carretero, es decir, transitable de carros o vehículos con ruedas, como es el caso.

1,569 - En curva a la derecha nos salimos del asfalto roto para tomar el Cº DE LAS ENCINAS o como aparece en los mapas del s.XIX DE LAS ENCINILLAS, nombre de la loma que vamos a subir, que también fue carretero, comenzado un camino terrado muy áspero y guijarros o piedras movedizas que en ocasiones hay que tener cuidado con la tracción.

2,508 – En uno de los giros enlazamos con el Cº DE LAS CABANILES/CABANILLES posiblemente haciendo relación a aquellas personas que cuidan una cabaña de ganados. Lo que en la actualidad es un corta)fuegos en este punto de nuestro recorrido correspondería al CAMINO antiguo DE LA GASCA que conectaba con el COLLADO DE LA GASCA, sirviendo de conexión con Castilla La Vieja, llevándonos directamente a San Rafael – Segovia, un camino considera de herradura (reconvertido en cortafuegos) y que las ruedas no podía superar, y que en el Km. 6,665 pasaremos por ese collado.

4,983 – Conexión con la Pista de La Mina que une el Alto del León con el Collado de la Cierva, conocida como Cº DEL VIA CRUCIS (Km. 5,800) por encontrarse en unas de sus revueltas una “cruz de los caidos” ahora “tirada”, levantada por los golpistas del 36, para conmemorar la “defensa heroica” de los falangistas apostados en este paso de las dos castillas. En los mapas del siglo XIX no existía una conexión con el Collado de la Cierva, esta pista de la cuerda no existía en dirección a Peguerinos, pero si al Puerto de Guadarrama / Alto del León, además de salir un ramal, que todavía existe, que comunica con Tablada y por ende con su Puerto, el Puerto de Tablada, el Balat Humayd de la crónicas hispano-musulmanas, mal conocido en la actualidad como Collado de la Sevillana. Termina este primer tramo nuestra subida donde hemos subido verticalmente 329 m. al 8% de pendiente de media, MAX. 15%. Comienza este segundo tramo de 3,4 Km. a una media de 6% de pendiente, MAX. 11%, con una subida vertical de 206 m.

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6,665 – COLLADO DE LA GASCA a 1.601 m. ya referido en líneas anteriores, paso de la Sierra de Guadarrama al oeste del Alto del León, entre Cerro Piñonero o de la Gamonosa y Cabeza Lijar. Tras pasar el collado comienzan unas rampas por la solana de Cabeza Lijar.

8,630 – Alcanzamos la cota 1.713 m. de altura, por el conocido COLLADO DE LA CIERVA o GUIJAR o LIJAR que cambio su nombre a DE LA MINA (nombre por el que es conocido actualmente) por la mina que hay en la ladera sur de Cabeza Lijar, conocida como La Primera o de San Gregorio por la persona que la abrió a mediados del siglo XX, Gregorio Criado que descubrió resto de wolframio tras arrancar un tocón de árbol. Reivindicando desde este portal su nombre ancestral de LA CIERVA, del collado que separa Cabeza Lijar/del Guijar de La Salamanca.

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Desde aquí hay un paseo a pie hasta el mirador de CABEZA DEL GUIJAR, actualmente conocida por CABEZA LIJAR, en 1268 aparece como “cabesça del Guijar”, voz que vendría a ser DEL MOJÓN (pues señala tres límites provinciales, el de Madrid, Avila y Segovia) o BERRUECO, que es lo mismo que Guijar. Sea como fuera, es un error cartográfico que viene repitiéndose desde el siglo XIX y será de difícil corrección.

Comenzamos un vertiginoso descenso por una pista forestal asfaltada que conduce a la localidad abulense de PEGUERINOS. El sudor acumulado de la ascensión que llevábamos trayendo hace que se note su enfriamiento durante la bajada por la umbría del Cerro de la Salamanca. Entramos de lleno en Tierra de Pinares Llanos.

9,807 – Pasamos fugazmente por el COLLADO DEL HORNILLO, bajando sus revueltas que luego tendremos que subir.

11,84 – Nos salimos de la pista forestal asfaltada por nuestra izquierda para tomar la pista terrada conocida como Cº DE CANTO HERRERO y más adelante como NAVACUELAS, paralelo a la CAÑADA REAL LEONESA y adentrándose en la SIERRA DE MALAGÓN. Una de las partes más bellas del recorrido, rodeados de inmensos pinares.

16,86 – Llegamos a la Carretera que une Peguerinos con El Escorial.

17,17 – Desvío a nuestra izquierda para tomar el antiguo Cº DE GUADARRAMA A PEGUERINOS por la Portera del Cura.

17,51 – Damos con el MONUMENTO A LA MARIPOSA que hace honor el hecho acontecido a mediados del siglo XIX, leit motive de nuestra Ruta Ciclista, cuando los únicos que andaban confiadamente por las soledades del Guadarrama eran tipos con trabuco y barba carcelaria, había un señor con cazamariposas y luengas patillas plateadas llamado Mariano de la Paz Graells, catedrático de Zoología en el Museo de Ciencias Naturales, que invitaba a tomar café en lo más alto de la sierra a sus colegas de la Société Entomologique de France y, entre tacita y tacita, los deslumbraba presentándoles algún inédito bichejo descubierto allí mismo en fecha reciente por él: "Voilà, monsieurs, la bête en question".


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Fue durante una de esas finas giras entomológicas, en la primavera de 1849, cuando don Mariano hizo el hallazgo de su vida. El verano anterior había encontrado en los Pinares Llanos de Peguerinos (Ávila) una oruga inclasificable, que lo inquietaba. Ahora era Curicus, su perrito de lanas, el que capturaba aquí de un limpio bocado, para aumento de la ciencia y gloria de su amo, una nueva especie de mariposa de la familia de los satúrnidos, de unos ocho centímetros de longitud, con sus cuatro alas de color pistacho, oceladas, venas alares de grueso trazo castaño y largas colas curvas rematando las traseras. Muy pajarera, como se ve, para ser nocturna.

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Siglo y medio más tarde, la Graellsia Isabelae -Graellsia, por su descubridor, e Isabelae, por habérsela dedicado éste a Isabel II- sigue siendo la criatura más bella y esquiva de la sierra. Una Cenicienta que se esfuma tras su amoroso baile nocturnal sin dejar más rastro que alguna ala rota, cuya propietaria resulta tan difícil de encontrar como el mural de bronce que fue instalado hace 30 años en su honor sobre una peña como hay tantas en esta altiplanicie pinariega donde lindan Ávila, Madrid y Segovia, objetivo de la nuestra ruta veraniega. Inaugurado en 1973, el mural de bronce mide unos dos metros de ancho por uno de alto, representa una Graellsia desplegando todos sus encantos -menos el color, claro está- sobre los riscos de la Cueva y, cosa rara, carece de inscripciones lapidarias del tipo "Descubrióse esta placa..." u "¡Oh, tú, Graellsia...!", con lo cual parece mucho más moderno de lo que en realidad es.

Continuaremos por un camino roto conocido como el de LA CANALEJA que fue el antiguo Cº DE SAN LORENZO DEL ESCORIAL A PEGUERINOS.

18,61 – El camino roto que llevamos se va encajando en un desfiladero con rocas sueltas que dificultan la marcha durante algo más de un kilómetro, que en ocasiones se hace interesante y otras hay que echar el pie a tierra, para aprovechar y comer las moras que rodean el camino, mejor dicho la senda.

19,84 – Alcanzamos la carretera que circunvala el EMBALSE DE LA ACEÑA o de PEGUERINOS, que recoge el agua que bien del alto del Collado del Hornillo.

20,80 – Comienza nuestro segundo Puerto de 2ª Categoría de 10,2 Km. al 4% de pendiente de media, con MAX. 13%, y con un ascenso vertical de 390 m.


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28,36 – Comienza la parte más dura de esta ascensión, con una serie de revueltas hasta alcanzar el Collado del Hornillo, casi un kilómetro y medio donde la pendiente no bajara del 7%, llegando en algunos momentos al 13%.

Para más inri, la lluvia que nos llevaba respetando todo el recorrido comienza hacer acto de presencia. Cerca de media mañana y el acaloramiento de la subida nos viene de perlas.

29,77 – COLLADO DEL HORNILLO otro paso tradicional entre las dos Castillas, todavía no a terminado el puerto que llevamos, pero “gloria bendita” lo que nos queda en comparación a los dos últimos kilómetros. Este cruce de caminos será el leit motive de otra próxima salida.

31,01 – COLLADO DE LA CIERVA a cien metros de coronar la cima de nuestra ascensión antes de comenzar la baja hacia el ALTO DEL LEÓN. La lluvia comienza arreciar en estos últimos kilómetros que hemos llevado, durante unos minutos nos refugiamos de mala manera en el collado, pero no parece amainar, nos hacemos la idea que nos hemos ido a bañar en vez de montar en bici. Decidimos acortar el recorrido y obviar un puerto de 4ª Categoría que nos esperaba en los Altos de La Jarosa. El plan es bajar hasta el Puerto del León, tomar algo calentito y bajar hasta el embalse de La Jarosa, por el camino que hemos traído a la ida.


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5 km. de descenso “a saco” hacia el Alto del León, previo paso del Collado de la Gasca, con los cielos abiertos sobre nuestras cabezas que hace que más que ir en bicicletas, vayamos sobre motos de agua, a todo esto, se nos mete el agua en los ojos y dificulta la bajada. Es tal el aguacero que incluso mi GPS ANIMA de TWONAV es víctima de la humedad y le ha costado dos días entre arroz para resucitar, aunque esta preparado para la lluvia.

36,29 – Llegamos a la explanada del Puerto de Guadarrama, donde en su restaurante tomamos un caldito reconfortante y nos dan unas ganas enormes de quedarnos a comer con el genero que se expone. Reanudamos la marcha volviendo sobre nuestras rodadas hasta el desvío al Cº de las Cabaniles ( a casi dos kilómetros del Alto del León) que baja hasta donde tenemos el coche.


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38,02 – Comienza otro vertiginoso descenso de cinco kilómetros sobre piedras movedizas que se aceleran con el agua que ha caído. El paisaje que vemos es un regalo que solo se puede ver en una tormenta de verano. La Sierra Madrileña se ve hermosa...

43,03 – Llegamos a la cabecera del Embalse de La Jarosa a las 12:49 h. , con los dedos arrugaditos, como si hubiéramos estado sumergidos en agua, después de casi cinco horas de travesía ( 3:56:49 h. de ellas en movimiento), con un ratio de subida de 6,16% y 1 Km y 200 m. de Ascensión Acumulada, que nos dan un ÍNDICE DE DIFICULTAD IBP de 86.

En unos meses estos caminos no podrán ser transitados, por lo que hay que aprovecharlos hasta que caigan las primeras nieves.