Elevándose en el umbral de los Bosques de Valsaín, a los pies del imponente Peñalara, este rincón excepcional aguarda a menos de noventa minutos al sur de la urbe madrileña. Un tramo de la historia esculpido milenios atrás por los glaciares, forjó este tablón colosal, una huella impresa en la tierra por la danza majestuosa de la naturaleza. Perfiles suaves, montones de materiales arrancados a la roca, testimonian el ir y venir de las edades geológicas.

Praderas alpinas ondean como sábanas al viento, entremezclándose con brezos y gayubas que desafían el cielo de montaña. Entre estos valientes, algunos pinos audaces alzan sus copas hacia lo desconocido. En el corazón de esta vasta expanse, un testigo silente de la vida antigua se yergue: un chozo ancestral, rústica guarida de pastores y cabreros que hallaron en su cuenco acogida frente a los ardientes estíos castellanos. Hoy, nuestra brújula apunta hacia este refugio, el CHOZO o REFUGIO DE ARANGUEZ, consagrado en el vocablo de los lugareños y en los anales de los viejos relatos como LA CABAÑA DEL PASTOR.



Ascendemos en una travesía vertical, un diálogo con la altitud que venimos tejiendo a lo largo de estos meses estivales, en los dominios inigualables de la Sierra de Guadarrama. En cada paso, el eco de generaciones pasadas nos susurra sus historias, las leyendas del pastoreo y las travesías agrestes en busca de sustento y supervivencia. Así, mientras nuestro aliento se mezcla con el aliento de las cumbres, conquistamos la altura y abrazamos el legado que la montaña nos confía, uniendo nuestro camino al de quienes vinieron antes, en un baile eterno de exploración y respeto por esta tierra majestuosa.

NOTA IMPORTANTE

Corría el año 2017 (fecha en la que tuvo lugar esta ruta), un tiempo en que las reglas eran distintas y la brisa de la Sierra de Guadarrama abrazaba a los ciclistas sin restricciones. En aquel entonces, la ruta en bicicleta trazada podía recorrerse en su totalidad, sin impedimentos ni fronteras. Hoy, en un giro que yo diría, LÓGICO por la barrabasadas de algunos ciclistas, solo hasta el Km. 7 se permite pedalear, mientras el resto del camino se cierra a nuestras ruedas y se reserva para los pasos de los caminantes. Así evolucionan las sendas, y lo que ayer fue un viaje pleno de libertad en bicicleta, hoy es un recuerdo que se desvanece en el aire fresco de la montaña.

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ÍNDICE DE DIFICULTAD IBP = 91
Distancia total: 20.31 Km
Desnivel de subida acumulado: 825.18 m
Desnivel de bajada acumulado: 824.8 m
Altura máxima: 1886.57 m
Altura mínima: 1154 m
Ratio de subida: 8.74 %
Ratio de bajada: 9.02 %
Desnivel positivo por Km: 40.63 m
Desnivel negativo por Km: 40.61 m
Tiempo total: 4:01:09 h
Tiempo en movimiento: 2:45:54 h
Tiempo parado: 1:15:15 h
Cambios dirección por Km: 12.9
Cambios dirección > 5º por Km: 8.86
Tramos rectos acumulados: 3.645 Km
Tramos rectos por Km: 179.47 m
Velocidad media total: 5.05 Km/h
Velocidad media en movimiento: 7.35 Km/h
Velocidad máxima sostenida: 40.05 Km/h

Km. 00,000 - Estacionamos a las 7:48 en los flancos del Campo de Polo de San Ildefonso, la gélida mordida del alba nos abraza. José, previsor, ajusta su braga al cuello en anticipación al inminente calor. Abandonamos el abrigo del vehículo y nos lanzamos sin demora por el sendero, compañero del muro de los Reales Sitios, mientras la carretera traza su paralelo, una cinta que cose La Granja con Valsaín, 600 metros en una danza de suaves terrenos que acarician los músculos. Una lástima que no se extienda, un respiro breve antes de enfrentar el desafío que aguarda: un PUERTO DE SEGUNDA CATEGORIA, un desafío grabado en la memoria de los aventureros que encaran el asfalto y el viento.

Km. 00,649 - A la siniestra doblamos, siguiendo el asfalto que prolonga el muro hacia el este. Ante nosotros, el primer repecho se alza con altivez, unos 172 metros al 6% de inclinación, un saludo inicial a la experiencia que aguarda. Los músculos se tensan, la respiración se profundiza, y la carretera se convierte en un desafío esperado, una danza íntima entre la máquina y el hombre.

Km. 00,865 - A unos cien pasos más allá de aquel primer repecho, se despliega ante nosotros la PUERTA DE LOS BAÑOS DE DIANA, o DE COSSÍO, guardiana del Real Sitio, antaño conocido como CASAR DEL POLLO. En este instante, las palabras de Silverio de Ochoa resuenan como un eco en la mente: "Aquí llegamos al final del muro de los jardines... nuestros ojos se recrean en los rizados helechos y en las puntiagudas matas de jabinos que se extienden caprichosos por el áspero suelo". A la diestra, el CAMINO A VALSAÍN emerge, custodiado por una cancela cuya voracidad exige el tributo de pasar por un torno, un umbral devorador que conduce a las entrañas de esta frondosa selva.

Km. 01,329 - Más allá, en el horizonte próximo, aguardan las primeras cuestecillas, apenas unos metros tras franquear el PUENTE BLANCO que se alza sobre el murmullo del arroyo del Rastrillo. Una invitación a desafiar la pendiente, donde las bicicletas se convertirán en cómplices del esfuerzo.

Km. 01,778 - En el itinerario, tras sortear el enigmático PUENTE NEGRO del arroyo de la Chorranca, la ruta nos reta con un repecho de 296 m. y una pendiente del 9%. Aquí, el camino se erige en maestro implacable de sudor y tenacidad.

Km. 01.810 - Siguiendo la senda, donde el tiempo y la modernidad se entrelazan en una "Y" de caminos, optamos por el sendero que nos guía hacia la enigmática PISTA FORESTAL DE LA CUEVA DEL MONJE. Con paso firme, dejamos atrás el presente y abrazamos el misterio.

Km. 02,301 - Los próximos ocho kilómetros se alzan desafiantes, una ascensión implacable que somete nuestros ánimos. Rampas durante 1.003 m. nos desafían con pendientes de 6% al 14%, un desafío que exige enfoque y determinación. En momentos así, es sabio agachar la cabeza y enfrentar el reto paso a paso.

Km. 04,743 - Ante nosotros se alza un desafiante repecho durante 309 m., un giro en forma de herradura que se retuerce en dirección horaria. Pendientes cambiantes entre el 9% y el 19% ponen a prueba nuestra entereza. Rodeamos el imponente Cerro del Moño de la Tía Andrea, y aunque la fresca mañana ha desvanecido el frío de nuestros cuerpos, la determinación sigue intacta.

Km. 05,604 - Un respiro breve nos da paso al implacable "rock and roll" de la ruta. 467 m. de repechos del 9% al 20%, una sinfonía empinada que parece no tener fin. Estamos agotados, hasta el "moño" de esta subida desafiante. 

Km. 06,199 – Persistimos en la agonía de la ascensión, enfrentando sin tregua nuevos repechos de 727 metros, donde las pendientes oscilan entre el 8% y el 14%. En esta danza extenuante, una curva en herradura, traicionera y desafiante, nos conduce hacia la cumbre del SALTO DEL CORZO, alzándonos a 1.632 metros de altitud. Cada pedalada es un esfuerzo, un pacto con la voluntad y una conquista del terreno implacable.

Km. 06,657 – Desde el Km. 2,301, este rincón implacable es bautizado como PUERTO DE SEGUNDA CATEGORÍA por los rigores de STRAVA. Aquí, en el collado del Salto del Corzo, se alza un sendero desafiante que serpentea hacia la SILLA DEL REY, coronando el altivo CERRO DEL MOÑO DE LA TÍA ANDREA. En la travesía de regreso, desafiaré a ese trono montañoso.

Km. 06,938 – Tras un breve trecho, nos desviamos de la carretera forestal y abrazamos la Pista Terrada PR-15, guiándonos al imponente Collado de Quebrantaherraduras. Nuevos repechos nos retan en este sendero, con pendientes que oscilan entre el 7% y el 17%, recordándonos que la senda, como la vida, exige elecciones constantes en terreno accidentado.

Km. 07,776 – Con decisión, elegimos el sendero de la derecha, apartándonos de la PR-15 y adentrándonos en el enigmático barranco del arroyo de la Chorranca. Como intrépidos exploradores, trazamos nuestro rumbo hacia el Este, cautivados por los secretos que este desfiladero aguarda.



Km. 08,367 – Con el espíritu templado por el esfuerzo, cruzamos el vado del Arroyo de la Chorranca. Afrontamos con valentía la empinada pendiente de 400 metros, desafiando pendientes del 9 al 19%, en un terreno pedregoso que nos lleva a los 1.800 metros de altitud. Más adelante, el sendero se torna ciclable al 100%, un singletrack de alta montaña que despierta la admiración con su hermosura.

Km. 09,236 – En la majestuosidad de la Pradera alpina de la Majada Hambrienta, ante el imponente Peñalara, el esfuerzo encuentra su recompensa. Como en un cuadro suizo, el agotamiento cede ante la euforia y el triunfo. "No busques el sentido de la vida. Busca la experiencia de estar VIVO", resuena en la mente.




En el silencio de la montaña, nos reciben terneros curiosos y madres desconfiadas. José, hábil en su trato con los animales, guía al rebaño, dejando paso libre por el sendero que cruza arroyos de agua cristalina. Entre ellos, el enigmático arroyo de Las Almas del Diablo, cuyas minas guardan secretos antiguos, tal vez de oro u esmeril. Cruzamos también el arroyo de Peñalara, su rumor acompaña nuestro camino.

En los Bosques de Valsaín, la Majada Hambrienta cautiva con su belleza, pero su nombre nos recuerda su carácter implacable en invierno. Hoy, bajo el sol del verano, es un rincón para saborear, donde naturaleza y misterio se entrelazan en un compás perfecto.

Km. 10,020 – En lo alto, a 1.887 metros de grandeza, emerge el Refugio de Aranguez. Sus muros guardan historias de montañistas y sueños de aventura. Desde su puerta, Peñalara se alza majestuoso, mientras que su ventana descubre Segovia. Los primeros en llegar, los velocipedistas, seguidos por la estampida alpina de ciclistas y corredores.

En lo alto del mundo, el Refugio de Aranguez acoge almas fatigadas. Entre bocados de energía y un plátano reconfortante, surge la sorpresa: una red WiFi. ¿Un respiro digital en este rincón remoto? La montaña siempre guarda sus secretos.

Descendemos del éxtasis al llano, conscientes de que compartimos este sendero con otros peregrinos de montaña. Con maestría y respeto, ajustamos la velocidad, cada curva es un encuentro fugaz con la vida que sigue su curso.

Km. 13,790 – En el Collado del SALTO DEL CORZO, un desafío tentador nos llama: la SILLA DEL REY. Pero la montaña exige su tributo, y en el intento, cedemos. Con la promesa de un próximo desafío, rodamos de regreso al punto de partida, dejando atrás la cumbre inalcanzada.

Km. 20,30 – Regresamos al punto de partida con el eco de la frase "Sólo somos hombres; ni dioses ni gigantes, sólo hombres…" resonando en nuestras mentes. Son las 12:00, el sol ya ocupa su lugar en lo alto. El camino de regreso a casa nos espera, calculamos llegar a las 13:30. En cada pedalada, queda la certeza de que, a pesar del esfuerzo, seguimos siendo meros mortales en busca de nuestra propia gesta.

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