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"la sierra [de Guadarrama] devuelve en energía y en salud el esfuerzo gastado en conocerla" Constancio Bernaldo de Quirós 1921


"el purgatorio no es un espacio físico y se define como un estado del alma transitorio de purificación y expiación donde, después de la muerte, las personas que han muerto en estado de gracia sufren la pena temporal que aún se debe a los pecados perdonados y, tal vez, expiar sus pecados veniales no perdonados para poder acceder a la visión beatífica de Dios. Según se cree, debido a que todo aquel que entra en el Purgatorio terminará entrando al Cielo tarde o temprano, el Purgatorio no es una forma de Infierno."


En el día de la Hispanidad, aprovechando la ventana sin lluvias que los pronósticos vaticinaban para este día, aprovechamos para pedalear por las laderas del Valle del Lozoya. Una propuesta, osada por parte de los POCOFONDISTAS DEL SUR, que querían salir de su zona de confort e iniciarse en la alta montaña con este track.



La cosa pintaba mal a las 06:00 h., llovizqueando por el sur de los madriles, pero el órdago ya estaba echado y a las 07:15 h. Fernando, Carlos, Jorge, Juan Carlos y el que suscribe estaban en en la gasolinera de La Atalaya en la M-50 para salir hacia el punto de inicio de nuestra ruta de hoy, Rascafría. Nubes amenazadoras se cernían sobre las Sierra de Guadarrama pero bajando Cotos con los primeros rayos del sol, el día se va abriendo en el Valle del Lozoya.

0,000 – Es hora de poner las cartas boca arriba, no valen escusas, estamos allí y no a sufrir sino a disfrutar, cada uno a su ritmo. Cuidando siempre de los más necesitados, dándoles ese apoyo cuando lo necesitan.

0,672 – Cruzamos el Puente del Molino de Briscas sobre el Lozoya para coger el sendero remonta la orilla derecha del río Lozoya. Esos primeros rayos del sol juegan con los colores de nuestro entorno, creando un ambiente bucólico en estos momentos de activación ante el puerto que nos espera.

2,261 – PUENTE DEL PERDÓN, lugar donde ninguno de nosotros saldrá absuelto y que no tendrá más remedio que dirigirse a los Altos del Purgatorio.

3,155 – Rozamos la pradera donde se encuentran las piscinas naturales de las Presillas.

4,247 – A la altura de las Casa de los Aguijones, tras cruzar el arroyo del Aguilón, comienza el Puerto que nos conducirá al Alto del Gollete o del Purgatorio, un Puerto de 2ª Categoría por si solo, que tardaremos en completar 6,19 Km. a una media del 6% de pendiente, para Acumular un Desnivel + de 350 m.

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10,60 – A la vuelta de un giro del camino, iluminado por el sol aparece el collado del Gollete en estos Altos del Purgatorio. Ya estamos por encima de las nubes que cubren el valle. A partir de ahora un pequeño respiro en forma de descenso al fondo del barranco del Navalhondillo que es el arroyo que lleva las aguas de la famosa cascada del purgatorio.

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“…Nuevamente emprendimos la marcha, llena la cabeza de pensamientos sugeridos por la grandeza de aquel espectáculo inefable. Habíamos reabsorbido la Naturaleza y comprendíamos bien que tanto vale ser piedra, nube, águila u hombre”. Constancio Bernaldo de Quirós

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11,74 – Volvemos a subir, comienza un Puerto de 3ª Categoría para alcanzar el Refugio de la Morcuera. Nos quedan casi 4 Km. al 6% de pendiente de media, remontando 194 m. por las laderas cercanas a Peña del Cuervo. Sorteando arroyos como La Najarra entre otros.

15,90 – Compledo este segundo puerto de la jornada al borde de la Ctra. , junto al edificio del Refugio de la Morcuera. Decidiendo en este punto acercarnos al Collado o Puerto de la Morcuera que no esta lejos de aquí.

17,14 – Alcanzamos el Puerto de la Morcuera, desde que cruzamos el río Lozoya en el Km. 0,672 habríamos completado un Puerto de 1ª Categoría en una distancia de 16,84 Km. a una media del 4% de pendiente y 648 m. de Desnivel + Acumulado. Pasando al parking que hay al otro lado del collado con vistas al valle de Miraflores. Después de las fotos de rigor volvemos sobre nuestras rodadas al Refugio de la Morcuera.

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“…Procura, además, en las altas cumbres, un genero de estética acabado por la perfección de las sensaciones de silencio y de quietud…” Constancio Bernaldo de Quirós

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19,52 – A la derecha de la ctra. que desciende hacia el Valle del Lozoya nos salimos para tomar la pista que conecta con el Puerto de Canencia, por los Altos de la Morcuera.

20,29 – Tras cruzar el arroyo de las Hoyuelas comienza el remonte, un puertechuelo por un Pinar en los Altos de la Morcuera de casi un Kilómetro al 5% de pendiente de media que pica como si tuviera categoría alguna.

21,40 – A la izquierda comienza el descenso por el antiguo camino de Santana a la Morcuera, camino que unía Alameda del Valle con Miraflores, lo que es conocido en la actualidad como Majada del Cojo.

24,00 – Edificio de la Majada del Cojo, a partir de aquí comienzan las pendientes más fuertes de nuestro descenso por esta pista ancha, pero cubierta de guijarros que pueden provocar un buen sustillo. Los de las bicis con doble suspensión son los que encabezan el descenso, donde habrá que hacer uso del tren superior de nuestro cuerpo. Serpenteando por la ladera del Monte de Santa Ana, camino que desciende sin piedad hasta el fondo del valle. La subida por este camino no se la deseo ni a mi peor enemigo, pero es algo que queda como reto de futuras rutas.

31,41 – Dejar el bosque de robles de los primeros kilómetros del descenso, nos encontramos en el prado, a orillas del Lozoya cruzando el puente que nos comunica con la población de Alameda del Valle, conectando con el Camino Natural del Lozoya. Que aunque parezca mentira, dirección río arriba va picando hasta Rascafría.

35,65 – Completamos el recorrido, para algunos sus primeras cicladas por la sierra, cuya revalida han aprobado, y que seguro será el principio de otras incursiones para quitarse el nombre de Pocofondistas.

Unas cervezas y el mejor bocata de su vida para alguno a orillas del arroyo que cruza Rascafría, en un día soleado sin amenaza de nubes alguna y una temperatura ideal para el otoño. Pero chico, a nuestro regreso conforme coronábamos Navacerrada y pasábamos al sur parecía aquello otro mundo, gris y lluvioso, habiendo sido unos privilegiados de la meteorología nos hubiera acompañado en unos de los valles más bellos de España. Quedándonos con la frase que encabeza esta crónica.

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