En el mundo del ciclismo de montaña, enfrentarse a desafíos y peligros es una parte integral de la experiencia. Desde terrenos rocosos y escarpados hasta caminos sinuosos y empinados, los ciclistas de bicicleta de montaña se ven obligados a navegar por terrenos desconocidos y a enfrentarse a sus miedos y límites personales.

La expresión "Aquí hay dragones" adquiere un significado especial. Al igual que los exploradores de antaño que se aventuraban en tierras desconocidas, los riders se enfrentan a obstáculos desconocidos en cada ruta que toman. La metáfora de los dragones se convierte en una forma de describir los peligros y la incertidumbre que rodea a cada ruta, pero también en un símbolo de la aventura y la exploración.

En la búsqueda de rutas desconocidas y experiencias nuevas, el ciclista de montaña se enfrenta a caminos que a menudo no han sido transitados en mucho tiempo, esas RODADAS PERDIDAS. Al igual que los cartógrafos que dibujaban figuras de dragones en los mapas antiguos, los ciclistas de montaña deben tener en cuenta los peligros que se ocultan en los senderos menos conocidos. Desde la presencia de animales salvajes hasta las condiciones climáticas cambiantes, los ciclistas deben estar preparados para cualquier eventualidad.
Sin embargo, la presencia de peligros y desafíos desconocidos no es necesariamente una barrera para la exploración. De hecho, para muchos ciclistas, la aventura y el descubrimiento son la razón principal para tomar una nueva ruta, pasando de ese "caballo, sota y  rey" que vemos a diario en otros ciclistas. Recordar que los exploradores que se aventuraban en tierras desconocidas para descubrir nuevas maravillas, los ciclistas se sienten atraídos por la posibilidad de descubrir nuevos paisajes, caminos y experiencias.

En este sentido, la expresión "Aquí hay dragones" se convierte en un recordatorio de que, aunque la aventura puede ser peligrosa y desconocida, también puede ser emocionante y enriquecedora. Al igual que los exploradores que superaban los obstáculos para alcanzar sus metas, los ciclistas de montaña deben enfrentarse a los desafíos y peligros que se presentan en su camino, sabiendo que el descubrimiento y la exploración están al final del sendero.

AQUÍ HAY DRAGONES se ha convertido, para cierta clase de ciclistas, en un símbolo de la aventura y la exploración en el mundo del mountainbike. Al enfrentarse a peligros y obstáculos desconocidos, los ciclistas deben recordar que, aunque el camino puede ser difícil, también puede ser emocionante y gratificante.