El camino es una huella indeleble en la historia de la humanidad. Desde los primeros pasos del Homo sapiens, marcados por la necesidad de encontrar alimento y refugio, hasta la moderna red de autopistas que nos lleva a través de ciudades, montañas y mares. Pero hay algo en el camino que trasciende la mera utilidad, algo que lo convierte en un objeto de fascinación y en un relato de nuestra propia identidad. Un camino puede ser un símbolo, montados en nuestra bicicleta de libertad, de aventura, de descubrimiento, de superación. Y a lo largo de los siglos, los caminos han sido testigos y actores de algunos de los episodios más épicos de la historia humana: las grandes migraciones, las conquistas, las guerras, los intercambios comerciales y culturales. En este artículo, como todos los de este blog, te llevaré a un viaje a través del tiempo y del espacio, para explorar los secretos, las leyendas y las historias que hay detrás de los caminos que han dado forma a nuestra existencia. Así que ponte cómodo, afila tus sentidos y prepárate para adentrarte en el fascinante mundo de la caminería.


La ruta ciclista desde Serranillos del Valle hasta la Cueva del Canjino o Cangino en Borox es una opción perfecta para aquellos que desean disfrutar de una ruta tranquila. Con una longitud de 57,71 kilómetros y un desnivel positivo acumulado de 342 metros, esta ruta es ideal para ciclistas principiantes y que les guste conocer sitios.


Powered by Wikiloc

El camino que se utiliza, es el mismo que el que llevamos A LAS BARCAS DEL TAJO, por eso no voy a entrar en más detalles, hasta unos kilómetros más alla de Esquivias, que es donde nos salimos de track de la ruta anterior. Como ya comenté esta ruta es la propuesta del profesor y arqueólogo español Jesús Rodríguez Morales de la vía 29 del Itinerario de Antonino, que conecta Segovia con Laminium. El itinerario comienza en Serranillos del Valle y atraviesa las localidades de Cubas de La Sagra (la antigua Fuentes Claras), Casarrubuelos, Yeles y Esquivias antes de llegar a Borox.

Yeles, conocida como Egelesta de los carpetanos, fue romanizada y durante el periodo islámico fue conocida como Al-Garrá, que vendría a decir "la blanca", "la resplandeciente". Esta localidad cuenta con una rica historia y patrimonio cultural todavía por descubrir.

Esquivias, por su parte, es famosa por ser el lugar de La Mancha en el que vivió y escribió Cervantes. En esta localidad, los ciclistas pueden detenerse para visitar la Casa-Museo de Cervantes y aprender más sobre la vida del autor de Don Quijote.


Km. 21,300: El camino continúa hacia Borox si siguieremos en la difurcación a la izquerda, pero esta vez continuaremos por la derecha por el Camino a Alameda de La Sagra

Km. 23,200: Cambiamoss de rumbo siguiendo a nuestra izquierda por el Camino de la Cueva de Judeo, donde los ciclistas podrán disfrutar de un hermoso paisaje natural.

Km. 24,800: En las primeras calles de Borox hacemos una serie de regates para nuestra ruta que se introduce en un barranco.


Km. 26,100: Llegamos donde se encuentra la Cueva Canjino o Cangino. Esta cueva se cree que data de la época romana, posiblemente utilizada como una explotación o mina de "espejuelo" o Lapis Specularis, una piedra de alta calidad utilizada para la fabricación de vidrio en la antigüedad. Todavía se pueden ver las marcas de pico con las que hicieron la cueva, y en la actualidad es un refugio de pastores.

Estas cuevas son conocidas como "cuevas de yeso" y se encuentran en varias regiones de España, siendo algunas de las más destacadas las que se encuentran en las provincias de Granada, Almería y Cuenca. Estas cuevas fueron excavadas por pastores y agricultores en la roca de yeso blando, con el fin de crear refugios temporales para ellos y sus animales. También se han encontrado cuevas de yeso que han sido utilizadas como viviendas permanentes por familias enteras. Además de servir como viviendas, algunas cuevas de yeso también se han utilizado como bodegas para almacenar vino y alimentos, e incluso se han convertido en lugares turísticos populares.


La palabra "canjino" podría tener su origen en el latín "canticinus" es una palabra latina que significa "pequeño canto". Es una forma diminutiva de canticum, que significa "canto" . En la Edad Media, se utilizaba para referirse a los poetas y trovadores que cantaban sus obras. Con el tiempo, se fue empleando para designar a cualquier persona que cantaba o entonaba alguna melodía, también se empleo este término se utilizó para designar un canto de poco volumen que se usaba en las procesiones religiosas, especialmente en la Semana Santa. Con el tiempo, el término se extendió a otros ámbitos, como la música y la poesía, y se empezó a utilizar para referirse a una composición breve y sencilla en versos de arte menor. Hoy en día, la palabra "canjino" se utiliza en algunos lugares de España para referirse a una canción popular y sencilla, generalmente con una melodía pegadiza y fácil de recordar.

Sin embargo, yo apuesto a que la etimología correcta sería la referida a "persona enfermiza, de pocas fuerza",  aplicada a esta clase de construcción. Canjino / Cangino no solo da nombre a la cueva, sino al conjunto de barrancos y cerretes de alrededor.


Las cuevas de yeso son un ejemplo de la habilidad humana para adaptarse a su entorno, utilizando los recursos naturales de la zona para crear soluciones habitacionales únicas y funcionales.

Hagamos incapie en el lapis specularis o espejuelo, que sobresale todavía de las paredes del barranco, que es un mineral transparente, similar al yeso, que los romanos utilizaron para la fabricación de ventanas, ya que permitía la entrada de la luz al interior de las casas sin que se viera a través de ella. Esta técnica de construcción se utilizó sobre todo en edificios públicos, como termas, teatros y otros edificios de gran importancia, y se extendió por toda la península Ibérica durante la época romana. También lo utilizaban para la fabricación de espejos, por su capacidades reflectarías.

Las principales explotaciones mineras de lapis specularis en la península Ibérica se encontraban en las zonas de Cuenca y Toledo, en Castilla-La Mancha. La explotación de estas minas se realizaba de forma intensiva durante la época romana, y se estima que la producción de espejuelo en la península Ibérica pudo alcanzar las 5.000 toneladas anuales.

La extracción de este mineral se realizaba mediante la creación de galerías subterráneas, en las que se extraía la roca y se seleccionaba el mineral de mejor calidad. El espejuelo se cortaba en láminas muy finas, que se utilizaban para la fabricación de ventanas, y también se empleaba en la construcción de mosaicos y otros elementos decorativos.

Durante la época romana, el comercio de lapis specularis se extendió por toda Europa, y se han encontrado restos de este material en numerosos yacimientos arqueológicos de la época, como Pompeya o el Coliseo de Roma. La explotación de estas minas fue uno de los pilares económicos de la época romana en el centro peninsular.

Km. 27,200 - Salimos del barranco, para conectar con el gran valle que forma del Arroyo de Borox, girando a nuestra izquierda para subir hasta las primeras calles de la población que da nombre al arroyo.

Km. 30,400 - Tras cruzar Borox, salimos por el Camino a Pantoja, para regresar por un camino distinto al que traíamos hasta Yeles.

Km. 32,300 - Dejamos el Camino que va a Pantoja, para girar a la derecha y comenzar un rapidísimo descenso a las tierras de la alquería medieval de VILLERICHE.

Km. 35,600 - Cruzamos el arroyo Güatén, del arabe Wadi-t-Tin = “río de barro”, por el nuevo puente, dejando uno más antiguo a nuestra izquierda, que comunicaba la Cañada Real Galiana, con el FFCC, y que actualmente corresponde al tren de Alta Velocidad a Sevilla, pero antes de eso, había una casilla o pequeña parada en este punto, donde algún tipo de fabrica o simplemente almacén de productos agrícola cargaba en el ferrocarril.



Muy cerca de este punto estaría el despoblado de VILLERICHE también conocida como VALERICHA o VALERILLA , Qarya o Alquería (بدرجة – بلاريجة) hispano-musulmana, seguramente habitada por mozárabes, que perteneció al Cabildo de Toledo a orillas de Guatén, también se la conoció como BALERICHA como aparece en el año 1283 . Me inclino a  suponer que proviene del diminutivo de Valera (del latín VALERE>VALERIUS, "estar sano o fuerte". Incluso es un santo del Bierzo del siglo VII), transcrito con la pronunciación vulgar de la ll por ch. Aparece también nombrada como VILDIRICHE en la primeras planimetrías del IGN, VILDERICHE, VALLERRICHE en las primeras minutas y 1:50.000 del IGN. Y actualmente da nombre a una urbanización que recibe el nombre de EL PINAR DE VILLERICHE. Todo un ejemplo de lo que cambian los nombres con el paso del tiempo.

Km. 36,600 - Conectamos con la CAÑADA REAL GALIANA que en esta parte del tramo conecta Pantoja con Yeles. Tomamos el sentido de la derecha que va a Yeles.

Km. 43,200 - volvemos al punto kilométrico 14,200 de nuestra IDA, en la plaza del pueblo de Yeles, por lo que a partir de aquí volveremos por nuestras rodadas en este punto a casa.

Aunque la ruta es relativamente fácil, es importante tener en cuenta que durante la temporada de lluvias el camino puede volverse más difícil. Se recomienda llevar agua y algo de comida, así como un kit de reparación básico en caso de pinchazos o problemas técnicos.

En resumen, la ruta ciclista desde Serranillos del Valle hasta la Cueva Canjino en Borox es una opción perfecta para aquellos que buscan disfrutar de un paisaje variado y una ruta tranquila, mientras descubren la rica historia y patrimonio cultural de la zona.

Después de pedalear incansablemente por los caminos de La Sagra, explorando cada rincón y recoveco de la cueva de marras, nuestras mentes aún no pueden dejar de pensar en el misterioso vampiro que alguna vez paso por estas tierras, con la celeridad que lo hacemos los ciclistas. ¿Qué historias ocultas y leyendas se esconden en la oscuridad de la cueva? ¿Cuántas más criaturas sobrenaturales han acechado en la noche de esta tranquila de estas localidades sagreñas?

No podemos evitar sentir un escalofrío recorriendo nuestra espalda mientras recordamos cada detalle de nuestro recorrido. Pero a pesar del miedo y la incertidumbre, seguimos adelante en busca de respuestas en los caminos, como verdaderos aventureros. Porque al final, es precisamente esta sed de conocimiento lo que nos impulsa a continuar explorando el mundo que nos rodea, a través de caminos antiguos y cuevas misteriosas, en busca de la verdad que se oculta en cada rincón de la historia a bordo de nuestras bicicletas.