“que se bean las arcas del archivo y se busque y saque un libro que ay de los Bimberos y Pozuelo y Palomero”
"... villa nos fizieron relaçion por su petiçion diziendo que la dicha Villa y su tierra y la villa de Torrejon de Velasco y el conde Puñoenrrostro paçen en comunidad en un termino que se dice de Bunberos ques çerca de la dicha villa de Torrejon y que la dicha villa de Madrid resçibe mucho perjuizio dello porque diz que meten en el dicho termino a paçer muchos ganados de los que vienen al mercado a dicha villa de Torrejon y de otras partes no lo pudieron hzer e que a esta causa a dicha villa de Madrid y su tierra no les quedava que paçer, por ende que nos suplicavan ..."
En las Relaciones Topográficas de Felipe II aparece llamado como BUMBEROS, cuando dice: "...tiene mas aprovechamiento en lo que a todos los de la villa y tierra tienen, que es el monte de Vallecas y el Congosto y el Porcal y los BUMBEROS Y en otras partes, donde es publico y comun los aprovechamientos que tiene por propios de concejo..."
"...Ubicados al sur, hay unos cerros llamados Los Bomberos y Carrascal, el primero cultivado, con encinas el segundo..."
La estrategia de Arias Dávila consistió en iniciar conflictos y pleitos en torno a la jurisdicción del entorno de Torrejón de Velasco, sin duda por la trascendencia que el control jurisdiccional otorgaría para la organización económica del espacio, pudiendo así garantizarse la eliminación de un competidor como el concejo de Villa y Tierra madrileño. Este es el sentido de algo que en principio tenía un contenido simbólico (pero terrible): el levantamiento de horca como señal de jurisdicción en las afueras de sus localidades de Torrejón y Alcobendas, que de inmediato el corregidor de Madrid se encargó de derribar. Durante los siglos posteriores estos enfrentamientos se repetirán, si bien con símbolos de poder menos tremendos, como el sacar varas de justicia por parte de las autoridades del concejo de Torrejón fuera de la línea de goteras. La finalidad última era acabar con el modelo de señorío concejil pero también de primacía del realengo, que se había consolidado en la Tierra de Madrid durante el reinado de los Reyes Católicos.
El proceso de señorialización de la Tierra madrileña comenzó con la aldea de Torrejón de Sebastián Domingo, que recibirá más tarde el nombre de Torrejón de Velasco. En 1294 Sancho IV cedía a Gonzalo Ruiz de Toledo, alcalde mayor de Toledo y mayordomo mayor de la reina, las rentas reales sobre dicha aldea, "en término de Madrid", pero sin hacer mención a la jurisdicción... el yerno de Gonzalo Ruiz de Toledo, Lope de Velasco (de quien procede el actual nombre de Torrejón de Velasco)...Pero ya 1439 había cedido a Pedro de Luján las aldeas madrileñas de Palomero y Pozuela, situadas cerca de Torrejón de Velasco y que más tarde se convertirán en despoblados. El procedimiento resultó un tanto vergonzante. En primer lugar fueron apartadas de la Villa: “por la presente vos esimo e aparto de la tierra e termino e juridicion e subjecion e sennorio de la dicha villa de cuya tierra e juredicion auedes seydo fasta aquí, e que ayades e tengades e podades auer e tener termino e juredicion apartada mente por vos otros e sobre vos otros”. Para pasar solamente tres días después a otorgarlas a Pedro de Luján: “con los vasallos que en los dichos lugares ay, e con la jurediçion e justicia ceuil e criminal e mero e mixto imperio... e con sus terminos e prados e pastos e exidos e jurediçiones e con el monte que llaman de los bunberos, que es de la dicha palomero”. Este caso nos ilustra sobre las disensiones en el interior del concejo pues el beneficiario de la enajenación territorial era regidor. Al ser convocado Madrid a recibirle como señor de Palomero y Pozuela la asistencia al cabildo fue mínima: tan sólo un alcalde (que sustituye a otro ausente de la ciudad) y dos regidores (siendo uno precisamente el propio beneficiario del señorío). En la notificación del pregonero quedaba constancia de haber avisado a otros dos regidores, uno de los cuales alegó estar comiendo y otro "dixo que non se encuentra bien e que estaua echado en vna cama"... Los conflictos comenzaron en fechas más tardías que en la zona noroeste de la Tierra de Madrid (casos de Alcobendas o Cobeña), pero tendrán una gran incidencia a lo largo del s. XVI. En 1485 el juez de términos Alfonso del Aguila realizó una pesquisa en torno a los términos de Pozuela, Palomero y el monte de Bumberos, un encinar situado cerca de ésta última localidad (lindando con los términos de Esquivias y Valdemoro). El resultado fue ratificar los derechos de los vecinos de la Villa y Tierra de Madrid a pastar sus ganados en los términos baldíos, mientras en el monte de Bumberos disponían de los aprovechamientos comunales de los pastos, cortar leña o cazar (citándose caza menor, como conejos, liebres y perdices). En las declaraciones de los testigos se daba cuenta de cómo recientemente habían comenzado las roturaciones de algunos vecinos de Torrejón en el monte y también comenzaban a prendar a los ganados de los habitantes de la Tierra de Madrid que disfrutaban sus derechos comunales, una actitud que se reiterará con frecuencia.
Solo espero que en algún momento se descubra que son estos BOMBEROS...