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Nuestra primera propuesta primaveral del año, para dar la bienvenida a esta Estación que comienza, ha sido una maravillosa ruta de 33 kilómetros y casi 1.000 m. de Desnivel + Acumulado, que se inicia en Arenas de San Pedro, cuyos tramos discurren en ocasiones entre árboles floridos. Para darnos el lujo de ver, oler y degustar un paisaje único en donde los cerezos florecen en plena cara sur de la Sierra de Gredos, en los alrededores de El Arenal, Guisando y El Hornillo.

Cuando escuchamos que es época de cerezos en flor, la mente nos lleva directamente al Valle del Jerte, con su estupenda Picota del Jerte, tan única que tiene Denominación de Origen propia. Sin embargo, no muy lejos de allí, en otro valle, existe una zona también productora de este manjar veraniego: El Valle del Tiétar.

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Este valle es el escenario de un paisaje lleno de contrastes. La efímera floración de los cerezos, que este año se ha adelatado, constituye una maravillosa explosión cromática, en la que se funden la blancura de las cumbres nevadas de la Sierra, los verdes de la vegetación de sus laderas y el blanco, repentino y exuberante, de los cerezos en flor.

En la infografía aparecen marcados en el perfil y en el mapa los puertos y su categoría que tuvimos que remontar.


Una ruta donde disfrutamos con compañía de Gloria y JoLu, donde después de un buen madrugón, a las 13:30 h. ya estabamos en casa en la zona sur de Madrid.

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Es posible que solo le queden unos días de floración a estos frutales, aprovechar la ocasión.